Un loco “lindo” suelto en Perú

Visitas con Padre David

Perú nos venía esquivando, o más bien, nos estaba costando ‘un perú’ encontrar lo que buscábamos. Dicen que después de una ardua búsqueda llega la recompensa, así que a eso apuntábamos. Y de a poco, con causalidades de por medio, llegamos al Padre David, un loco lindo, que también es sacerdote, con 51 años de vida y más de 15 en Perú. Hace casi un año que recorre los campos y caseríos al borde del lago Titicaca, alrededor de un pueblito llamado Chucuito, a 3800mts de altura. Pero esa es sólo su base de operaciones, ya que cruza campo traviesa varios kilómetros por día, bajo lluvia, frío, calor, viento o nieve. Inútiles resultan las recomendaciones de los locales, quienes no dejan su sombrero y su abrigo ni a sol ni a sombra; él tiene un solo objetivo en su mente y es llegar a los más enfermos para asistirlos en sus últimos días.

Los viejitos son su debilidad, y quienes más necesitan asistencia; es por eso que desde hace años, en otra ciudad del Perú, hacía lo mismo: llegaba en auto hasta la plaza principal, bajaba la ventanilla y preguntaba donde había enfermos o ancianos avanzados. Como un cóndor que sobrevuela y encuentra su presa, así es su sed por encontrar almas que necesiten sanarse antes de ser llevadas por la muerte. Nos recuerda que: “Atender a un anciano, darle los últimos sacramentos para que tenga una buena muerte, le agrada más a Dios que cualquier otra actividad que pueda hacer, porque realmente se puede salvar.”

Así lo empezaron a conocer en el pueblo, viéndolo pasar, subir y bajar por entre medio de los pastores y sus ovejas, sin importar el clima que es crudo en invierno y lluvioso y soleado en verano, llevando pancitos, jugo o pan para los viejitos. Seguido del ‘Buen día’, saca su cruz a modo de saludo, y en seguida viene el “Quiere confesarse, Quiere confesarse?”, insistente. Lo miran raro, mientras cuidan sus ovejas o limpian la chacra. Pero él no pierde el tiempo, ni anda con rodeos. Su misión es clara y no le importa lo que digan de él. Su objetivo es nada menos que la Santidad, y para ello trabaja día y noche. Sus pies son su medio de transporte, y su Rosario su fuerza propulsora. No necesita más que eso.

El Padre David no piensa nunca en sus necesidades, siempre hay otro antes que él, por eso tiene varios Angelitos de la Guarda. El diácono Aurelio se ocupa de que coma y no ande tanto tiempo bajo el frío y la lluvia aunque a veces David se escapa y sale corriendo a visitar algún enfermo lejos y de noche. Su otro angelito es el grupo del Rosario, 12 mujeres que además rezar el Rosario y visitar el asilo, le avisan qué enfermos hay en la comunidad y lo acompañan en sus visitas. Berta, Nieves y Cristina, tres integrantes del grupo del Rosario, reconocen que tiene una fuerza extraordinaria, “Pasa hambre, camina de noche, con frío, es el único que camina así, nunca tuvimos un Padre así! El no piensa en él mismo, y cuando le decimos que tenga cuidado de noche nos contesta: No, si yo estoy con el Señor, a mí no me pasa nada.”. Nos cuentan sorprendidas que una vez vieron de lejos al Padre rezando en la puerta de una casa y luego supieron que lo hacía porque no lo habían dejado entrar a ver a la Sra. Rufina, que estaba muy grave. Al poco tiempo falleció y mientras llegaban con el ataúd frente a la Parroquia de la Asunción, se desató una tormenta y como no había llaves para entrar al templo, todos se dispersaron buscando refugio. El Padre David fue el único que se quedó junto al cajón rezando mientras lo miraban como si estuviera loco por quedarse ahí, hasta que la lluvia cesó. Ni siquiera dejó que lo tapen con un paraguas, ya que no alcanzaban para todos y él quería estar en las mismas condiciones que el resto. Y él mismo nos explica con toda naturalidad: “Es que cuando uno mezcla oración y sacrificio, entonces, Dios te escucha y deja de llover!”

Claro que muchos lo creen loco, porque de verdad piensa como vive, vive como piensa y es realmente fiel a lo que piensa, algo imposible para muchos de nosotros. Y no pierde el tiempo cuando le niegan el saludo, o no le abren las puertas de su casa. Es manso, se limita simplemente a rezar, no siente rencor, pues sabe que cuando más cuesta, más vale lo que haga; “Donde hay más cruz, hay más mérito.” Y así vive, poniendo toda su confianza en Dios, dejándose llevar por El, llueva o truene. Y eso que en verano llueve todos los días! Y si le dicen que se esta mojando responde: “Bueno, ya se va a evaporar!”

David nos cuenta de su infancia, en una familia tradicional en Burgos, España. Al ser el mayor de 5 hermanos fue quien recibía la mayor parte de las palizas del bastón de su padre, lo que le hacía pensar en no apegarse tanto a este mundo sino ver un poco más allá. Encontró un libro en la biblioteca de su casa que empezó a transformarle el corazón de a poquito, ablandándolo y haciéndolo llorar al ver la dulzura y misericordia de la Virgen en una edición muy antigua de ‘Las glorias de María’ de San Alfonso Ma. de Ligorio del año 32. “Ahí caí redondo, me llené de Dios, cada vez más.” Estudió Ciencias Físicas por exigencia paterna hasta que tuvo que dejarla porque se daba cuenta que su pasión iba por otro lado; luego ingresó al servicio militar hasta que le pidieron que se retire, y allí no pudo evitar seguir su vocación aunque esto fuera totalmente contrario a los deseos de su padre. Eligió una congregación de línea jesuítica muy estricta, tradicional y sacrificada para formarse como sacerdote, sintiendo que era su lugar en el mundo. Aprendió el verdadero sentido de la obediencia hasta asimilarla y vivirla con total naturalidad y entrega. El día de su ordenación pidió: “la gracia de ser siempre fiel, porque eso es la Santidad. Yo vivo en presencia de María, soy su esclavo, le consulto qué hacer, me entrego a ella y por ella a Jesús. Quiero ser siempre fiel, en las pequeñeces, buscando la perfección, estando en constante presencia de Dios.”  

Reconoce que le cuesta vivir en este mundo, por eso intenta alejarse todo lo que puede: “El Santo es radical, Dios no quiere medias tintas, o eres frío o eres caliente, o te enamoras de Dios o te enamoras del mundo.” Tanta es su radicalidad, que una vez, había ido a Laraquire para celebrar una misa la mañana siguiente. Al hacerse de noche recordó que no tenía su breviario para hacer sus oraciones, y como en el pueblo no había internet, sin pensarlo se fue para Puno, la ciudad más cercana, a dedo (autostop) y recorrió toda la ciudad desesperado en busca de alguna computadora para poder rezar. Muchos lugares estaban cerrados porque ya era tarde, y otros lo trataban de loco. A él sólo le importaba rezar antes de la 1. Finalmente consiguió internet y pudo hacer sus oraciones. Todavía le faltaba la odisea de recorrer los 40km de vuelta, y esta vez fue más difícil todavía porque ya nadie paraba a esas horas en la ruta. Cerca de las 4am, tocó la puerta de una casa para pedir una frazada; lo invitaron a pasar y aún ahí seguía hablando de Jesús e incentivando a la pareja a formalizar su unión ante Dios. Logró dormir una hora, y salió de nuevo a la ruta, sin éxito, hasta que pasó la minivan que hace el recorrido regularmente y se apretujó sin pensarlo para poder llegar. Realmente se desvive por llegar a la perfección, tratando de imitar a los santos a toda costa, “sin negarle nada a Dios, buscando la perfección, aunque sea lo mas crucificante, siempre por Amor a Dios, sino no tiene sentido el sacrificio.”

Algunos lo tildan de loco o de brujo, ya que la población es muy supersticiosa, pero nosotros realmente nos sentimos en presencia de un ‘loco lindo’. Esos que no se piensan en el ‘qué dirán’, sino en el ‘qué dirá’ (Dios). Tantos ‘locos lindos’ pasaron por este mundo, tantos santos que fueron tildados de locos que no llegaríamos a nombrarlos a todos. San Francisco de Asís, renunció a todo y caminaba evangelizando por los campos viviendo de limosnas; un loco de atar. Los Reyes Magos, salieron sus tierras, abandonando todo siguiendo una estrella durante una semana, preguntando a todos donde había nacido Jesús, incluso a Herodes que había asesinado a su propia familia; locos de atar. San José, aceptando a María como esposa, estando embarazada; loco de atar!

Lo acompañamos al Padre en sus visitas, y pudimos conocer a Juana y Mariano, una pareja de ancianos muy débiles y humildes que se iban a casar ese domingo. Estaban felices y compartimos con ellos un ratito mientras desayunaban. Juana habla aymara y muy poquito español, pero se hizo entender con sus gestos, y su “iuspagara” (gracias) ante nuestro humilde regalito de atún, caramelos y galletitas. ‘Un gesto vale más que mil palabras’, y sus manos arrugadas no nos soltaban. Mariano no dejaba de agradecerle al Padre con los ojos lagrimosos que los esté ayudando a casarse, y el Padre le respondía, sin pelos en la lengua: “Mariano por favor no te mueras antes del domingo!”

El Padre David lo resume muy simple: “La vida es una gran obra de teatro, uno hace el papel de rey, otro el de cocinero y otro el de paje; el que cumpla mejor su papel es el que va a ser aplaudido en el Cielo, qué importa si estás pelando patatas todo el día, si estás haciendo la voluntad de Dios? Qué mayor felicidad que cumplirla a la perfección?!” Así que haciendo honor a sus palabras, ayudamos al Padre con su trabajo de hormiga, buscando las partidas de bautismo de Juana y Mariano para completar los papeles para el Matrimonio. Buceamos en libros de 1930 a 1935, intentando devolverle algo del tiempo que nos había dedicado.

Al terminar, la agenda que estaba sobre el escritorio del despacho parroquial, mostraba en negrita una frase anónima del día (23 enero): “El hombre que tiene fe, ha de estar preparado, no sólo a ser mártir, sino a ser loco.” 

por las calles de ChicuitoMariano y JuanaCon Cristina, Nieves y Berta, de izq a derhaciendo los honores, Aurelio pego el sticker de Peru

19 comentarios en “Un loco “lindo” suelto en Perú

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  2. Hola, de casualidad entre a su blog, buscando otra cosa que me ayude a encontrar lo que ando buscando… Soy cecilia de corrientes y la verdad que me encanta su «sueño» de viajar y encontrar personas que sean capaces de entregarse a la vida, de darse para sentirse parte del todo… Su fe también me conmueve y creo que eso también me hicieron recordar… quiero ser parte de su sueño.. así que cuenten con mis oraciones y quizás algún día nos podamos encontrar… Muchos éxitos y felicitaciones por este logro! un abrazo!

    • Cecilia que linda coincidencia, como dice nuestro amigo Dani DIosidencia ja !! gracias x acompañarnos en la oración !! la necestiamos no te das una idea de lo que dependemos de la divina providencia para que se vaya dando todo bien !! seguí viajando con nosotros y desde ya !! que bienvenida !!

  3. Diego.. !! cuánto admiro tu «locura de proyecto «!! ..y más me alegra que hayas encontrado con quién compartirlo..,Mechy..!!.los proyectos tiene UN momento en la vida..y lo están aprovechando..me encantó el testimonio del Pa David,decidido a darle LA oportunidad de un encuentro con Dios a los más humildes..cuánta generosidad en su vida..! Creo que me voy a hacer FAN de tu pág..un abrazo gigante para los 2, que la Virgen los cuide y acompañe!! ISONDU

  4. Buenisimo testimonio!!increible como lisa y llanamente el padre David ViVe en presencia de Dios, nada lo detiene, Su Amor es el motor!! Excelente chicos! Me encanto!! Los extraño mucho, mia!!

  5. Mechi y Diego, estan haciendo mucho bien a unos y a otros, mil gracias por todas estas vivencias que nos muestran, es como si tocaran un poquito o un muchito el Cielo desde aca. Qué el Señor los siga bendiciendo!

  6. Hola par de locos, que bueno que hayan tenido oportunidad de hablar por el P. David, y creanme, eso es un poquito de las locuras de este padresito, y disculpen que no les haya podido ayudar. saludos y mis oraciones.
    Dcno. Javier

  7. que lindo testimonio Diego y Mechi, que lindo!! un gran abrazo nuevamente y muchas gracias por compartirlo. Seguimos unidos en el cariño y la oración. Rezamos por ustedes y también por todas estas sencillas y grandes personas para que sigan haciendo tanto bien… En este mundo hay tantos de estos sencillos y grandes… unos allá, otros acá a la vuelta de la esquina…
    un gran abrazos

      • Muy rico el relato, muy bien hecho además y un gran tan testimonio el del cura, un beso grande al par de locos de mis sobrinos, María Elena

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