El gran Mamerto

Como dijo él mismo en una entrevista que leí una vez: «Me llamo Mamerto pero no ejerzo». Genial. Genio. Una gran persona, desborda felicidad, transparencia, simplicidad e ingenio. No descansa un segundo en la charla, escucha, procesa rápido y retruca con algún cuento, mientras uno se queda recalculando… Un humor y una fe envidiables.  Sigue leyendo